Las paredes temblaron por la vibración del tren afuera del lugar, los ojos lloraron de súplica, las piernas se contrayeron, las manos temblaron.
El vaiven pausado que producía cada suspiro no la dejaron respirar.
Sus muslos sentian presión, y el dolor la desgarraba en sus entrañas.
El tren volvió a pasar. El dolor ya no la dejaba tranquila.
El tren volvió a pasar. Su último aliento y el odio se reflejó en sus ojos.
Su padrastro salió de su interior, y con la locura reflejada en su mirada dejó el cuerpo medio muerto tirado, como un papel olvidado en medio del asfalto.
"Y por 5 lucas te consigo una cita con ella :H"
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