Las cuatro de la mañana.

Por estas razones no me gusta estar despierta a esta hora.
Me empiezan a surgir tantos sentimientos, sensaciones, que me cargan. Que odio, que no soporto, que no me gusta sentir. Envidia, celos, rencor, pensamientos del pasado que aún no logro superar, nostalgia, penita, rabia.. toda una ensalada de emociones que ojalá se las coma alguien rápido para volver a ser yo. Comienzo a recordarme antes, comienzo a querer ser como alguien más, comienzo a desear tener esto, esto otro, ser así, ser acá, planear cambios para mí misma, no querer destacar pero sí querer ser distinta. No me gusta, de verdad, me carga y me desanima y me da rabia y rabia contra los demás y rabia contra mi yo y mi corazón. En estos momentos me encantaría poder romperme la cabeza contra el muro y terminar con todo de una vez y renacer y volver a hacer las cosas, aunque lo que he hecho me han servido para aprender y madurar, pero no quiero madurar, no quiero llegar a ser alguien, no quiero. Bueno, en verdad sí quiero, pero no ahora. Estoy mañosa y enojada y con pena, simplemente quiero un abrazito y un besito en la frente con ojitos cariñosos y las manitos dulces, pero no puedo y me da más rabia y mucha caca y celos y mierdas feas y cochinas. Hecho de menos, no quiero seguir pensando estas cosas pero la hora me hace cambiar, necesito que me apapachen.